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LA AFICIÓN MOSTRÓ SU DESCONTENTO
Los gritos de “directiva dimisión” y “jugadores mercenarios” fueron atronadores cuando los jugadores realizaban el entrenamiento diario en la ciudad deportiva.
Ante Osasuna se vivieron los momentos más
angustiosos de toda la temporada. Una mezcla de agonía y frustración, de
crispación y pataleo que acabó en resignación y silencio. Los
aficionados estallaron en un grito de protesta al término de la primera
parte dirigido al palco y también al terreno de juego. Al ritmo de
“jugadores mercenarios” y “directiva dimisión”, cientos de aficionados,
vueltos hacia la zona de los mandamases, algunos con los pañuelos en la
mano, pusieron de manifiesto su desaprobación ante todo lo que está
sucediendo esta temporada: una primera vuelta que acabará en el mejor de
los casos con 13 puntos en el casillero del Granada.
Que la situación deportiva es agónica es una
realidad asumida por todos. Sin embargo, los jugadores se afanan en
seguir mirando hacia delante y en aferrarse a las posibilidades de
permanencia, que siguen siendo reales siempre que la reacción llegue
pronto y de forma fulgurante. El centrocampista Sergi Samper dejó claro
que “estoy convencido de que sí se puede” y añadió de que al campo del
Espanyol hay que ir a por los tres puntos”.
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