HOY EXTREMADURA
80 MUNICIPIOS NECESITAN MEDIDAS URGENTES DE PREVENCIÓN DE INCENDIOS
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Más de 55 en Las Hurdes y una veintena entre Sierra de Gata, Villuercas-Ibores y La Siberia están desprotegidos frente a las llamas
Los pinos y el matorral son el combustible sobre el que urge actuar.
«Dejar densidades de pinos de 100 unidades por hectárea, como plantean
los proyectos en los que trabaja la Administración forestal,
es condenar a los núcleos de población habitados a ser pasto de las
llamas y pone en grave riesgo la vida de sus vecinos», indica Francisco Castañares, presidente de Aeefor.
En este sentido, iniciativas como el Proyecto Mosaico, que la consejería de Medio Ambiente desarrolla con el Grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural de la Universidad de Extremadura, en Sierra de Gata y Las Hurdes, son muy valiosas a medio y largo plazo por lo que suponen de movilización, concienciación y participación social y están llamadas a arraigar con el tiempo como iniciativas muy útiles para ayudar a reducir el incremento del combustible en los montes.
«No exime, sin embargo, a los responsables de la Administración forestal de cumplir con su obligación de abrir espacios en el monte, fraccionando las grandes superficies de pinar y propiciando los aprovechamientos agroganaderos y forestales que plantea el propio Proyecto Mosaico», se apunta desde Aeefor.
Las quemas controladas de matorral, por ser combustible no rentable, es una herramienta muy útil para reordenar el monte creando esas necesarias franjas de seguridad frente a los incendios.
En Extremadura, durante la temporada de riesgo bajo, esas quemas prescritas están permitidas solo en los valles del Ambroz, Jerte y Tiétar y La Vera, que se incluye en esta última zona. Y, además, solo hasta el 1 de abril.
Lo que se demanda desde Aeefor es que la gestión del matorral se extienda a toda Extremadura, para evitar lo que consideran un agravio comparativo entre comarcas calificadas o no como de alto riesgo.
«Por ejemplo, en el Valle del Árrago de Sierra de Gata se suceden más de 10.000 hectáreas de pinar que conectan con hasta 60.000 más en la propia comarca y la de Las Hurdes. Una extensión dispuesta a arder con tan solo una chispa que provoque un gran incendio en cadena, con el agravante de que en medio de este terreno hay municipios como los de Cadalso y Robledillo de Gata, Descargamaría y alquerías hurdanas, en pleno polvorín».
Urge actuar sobre esos montes, en opinión de Aeefor, que considera que los responsables de Medio Ambiente son quienes tienen esa responsabilidad y deben hacerlo invirtiendo en prevención, fraccionando y reduciendo el combustible forestal, no solo en terreno público sino también privado.
En este sentido, iniciativas como el Proyecto Mosaico, que la consejería de Medio Ambiente desarrolla con el Grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural de la Universidad de Extremadura, en Sierra de Gata y Las Hurdes, son muy valiosas a medio y largo plazo por lo que suponen de movilización, concienciación y participación social y están llamadas a arraigar con el tiempo como iniciativas muy útiles para ayudar a reducir el incremento del combustible en los montes.
«No exime, sin embargo, a los responsables de la Administración forestal de cumplir con su obligación de abrir espacios en el monte, fraccionando las grandes superficies de pinar y propiciando los aprovechamientos agroganaderos y forestales que plantea el propio Proyecto Mosaico», se apunta desde Aeefor.
Las quemas controladas de matorral, por ser combustible no rentable, es una herramienta muy útil para reordenar el monte creando esas necesarias franjas de seguridad frente a los incendios.
En Extremadura, durante la temporada de riesgo bajo, esas quemas prescritas están permitidas solo en los valles del Ambroz, Jerte y Tiétar y La Vera, que se incluye en esta última zona. Y, además, solo hasta el 1 de abril.
Lo que se demanda desde Aeefor es que la gestión del matorral se extienda a toda Extremadura, para evitar lo que consideran un agravio comparativo entre comarcas calificadas o no como de alto riesgo.
«Por ejemplo, en el Valle del Árrago de Sierra de Gata se suceden más de 10.000 hectáreas de pinar que conectan con hasta 60.000 más en la propia comarca y la de Las Hurdes. Una extensión dispuesta a arder con tan solo una chispa que provoque un gran incendio en cadena, con el agravante de que en medio de este terreno hay municipios como los de Cadalso y Robledillo de Gata, Descargamaría y alquerías hurdanas, en pleno polvorín».
Urge actuar sobre esos montes, en opinión de Aeefor, que considera que los responsables de Medio Ambiente son quienes tienen esa responsabilidad y deben hacerlo invirtiendo en prevención, fraccionando y reduciendo el combustible forestal, no solo en terreno público sino también privado.
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