EL GIGANTE DE LAS COMPRAS SE ESTRENAN CON UN BAÑOS DE MASAS GRANADA HOY
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Los granadinos no se resistieron ayer a conocer de primera mano un centro comercial que llevan esperando años.
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La jornada se saldó con una falsa alarma que hizo que muchos clientes salieran el edificio.
Y sí, a juzgar por las reacciones de los primeros
clientes del Nevada, lo era. En los pasillos -llenos pero no
intransitables, dadas las dimensiones del centro- abundaban las
conversaciones sobre la espectacularidad del proyecto de General de
Galerías Comerciales, y las caras de sorpresa ante la presencia de
marcas y negocios de restauración que no se prodigan en el territorio
nacional. Desde Topshop hasta la Fnac o Muerde la Pasta, el centro
Nevada incorpora un buen número de establecimientos que hasta ahora no
habían pisado Granada, y que configuran uno de los reclamos más potentes
del centro comercial. Eso, y el hecho de encontrar en un espacio
limitado una oferta compuesta por más de dos centenares de
establecimientos. De momento, sin embargo, el Nevada tiene algo más de
40 locales vacíos (cubiertos con carteles promocionales con la frase I love Nevada),
además de una veintena de negocios con nombre pero que todavía no han
abierto sus puertas, como Mango, Menbur, Alcott, Media Markt o Primark.
Pese a todo, la sensación entre muchos de los
granadinos que se acercaron al Nevada era que la espera había merecido
la pena. Carlos Mesa y Laura Arco, por ejemplo, aseguraron que llevaban
"mucho tiempo esperando", y que su idea era alargar la mañana de compras
y comer en la zona de restauración, estrenando alguno de los
establecimientos. No fueron los únicos, porque al igual que las
numerosas cafeterías se llenaron a primera hora de la mañana, los
restaurantes registraron una ocupación impropia de un día laborable en
mitad de la semana. "Estoy muy contento", aseguró el promotor del
centro, Tomás Olivo, que ayer se paseaba por el Nevada comprobara que
todo funcionara como debía.
Si el asombro era la nota característica de los
clientes del Nevada, la emoción era la de los comerciantes y
trabajadores que, por fin, han visto cumplidas sus esperanzas. En la
inauguración del centro, el alcalde Armilla, Gerardo Sánchez, aseguraba
que por fin se había hecho realidad el sueño de Tomás Olivo. Pero lo
cierto es que ayer no se cumplió únicamente el sueño del empresario,
sino también de cientos de comerciantes que se embarcaron en el proyecto
y han tenido que esperar pacientemente a que fuera una realidad. Esa
emoción, y la convicción de que el 23 de noviembre pasará a la historia
del comercio de Granada, fue lo que hizo que la mayoría de los
establecimientos se volcaran con sus clientes, animándoles a celebrar
con ellos la apertura del Nevada. Muchos locales decidieron organizar
por la tarde cócteles de bienvenida, pero desde primera hora de la
mañana hubo un ambiente festivo.
Muchas de las tiendas decidieron llevar a sus propios DJ; organizar concursos en los que sorteaban sus escaparates; adelantar el Black Friday al
miércoles; repartir pulseritas con descuentos; o hacer pequeños regalos
a quienes se estrenaran comprando en el local. También hubo catering
con canapés; bombones estratégicamente situados en las cajas; o personal shopper que se ofrecían amablemente a asesorar a los clientes para ayudarles a elegir su mejor estilismo.
En su inauguración, el Nevada tuvo de todo, incluida
una falsa alarma que asustó a los clientes y les animó a desalojar el
centro por las salidas de emergencia. Según confirmaron ayer fuentes de
la Policía Local de Armilla y del servicio de emergencias 112, un fallo
en el dispositivo de seguridad hizo saltar la alarma, generando un
pitido atronador y un mensaje por megafonía que alertaba de que se
trataba de un aviso de emergencia. Aunque en ningún momento llegó a
activarse el protocolo de evacuación, ya que era una falsa alarma,
fueron muchos los clientes y comerciantes que comenzaron a salir del
centro, con más o menos calma. Algunos, como relataron en redes
sociales, llegaron a dejarse la comida encima de la mesa, ya que la
alarma saltó a eso de las 15:00 horas. Veinte minutos después, los
empleados de seguridad y el propio sistema de megafonía confirmaron que
se trataba de una falsa alarma y que podían volver a entrar,
tranquilizando a los clientes y animándoles a continuar con sus compras.
Esa fue una de las pocas incidencias que vivió el
Nevada en su primer día de apertura, ya que los peores temores sobre el
colapso de tráfico finalmente no se confirmaron. Fuentes de la Guardia
Civil apuntaron que a primera hora de la mañana, entre las 08:00 y las
11:00 horas, se activó el nivel amarillo de tráfico en la A-44 en
sentido Motril, algo que no suele pasar y que atribuyeron a la llegada
de comerciantes y compradores al Nevada Shopping. Durante el resto del
día, y aunque en momentos puntuales las entradas al parking subterráneo
registraron un tráfico intenso, no se produjeron atascos de
consideración.
Aunque ayer hubo Policía Local de Armilla y efectivos
de seguridad privada controlando que el tráfico se desarrollara como
debía, no será hasta este fin de semana cuando se active el dispositivo
especial para evitar atascos y colapsos. El Ayuntamiento de Armilla y
el centro comercial han diseñado un operativo compuesto por 17 policías
locales, 36 guardias de seguridad y 32 auxiliares, a los que se sumarán
agentes de la Guardia Civil y la Policía Local, para hacer frente a la
afluencia masiva que se espera desde el mismo viernes, cuando comenzará
oficialmente la temporada de compras navideñas con el 'viernes negro'.
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