LAS 10 VERDADES DE LA SANIDAD PÚBLICA MÁLAGA HOY

  • Los recortes han hecho mella en la asistencia y han supuesto una mayor carga de trabajo para los profesionales debido a la falta de sustituciones
Un equipo quirúrgico durante una intervención en una imagen de archivo.
 
Un equipo quirúrgico durante una intervención en una imagen de archivo.

Sin anestesia, la crisis ha extirpado más de 2.000 empleos a la sanidad pública de la provincia. El dato es el que mejor resume la involución de la asistencia y el impacto de los recortes. Los gestores sanitarios se esfuerzan cada día por mantener la atención con menos recursos y la espada de Damocles de un techo presupuestario cada vez más bajo, pero la ecuación es inevitable: a menos profesionales, peor asistencia. La situación es consecuencia de las restricciones presupuestarias impuestas por el Gobierno central, de la imposición marcada desde Madrid de no reponer el 100% de las jubilaciones y de la forma en que la Junta de Andalucía encaja todos estos recortes. Unos profesionales atribuyen la situación al PP, otros al PSOE y algunos a ambos partidos. Pero más allá del reparto de culpas, los trabajadores del sistema sanitario público certifican que ha habido un retroceso. La iniciativa de los médicos jubilados de ofrecer su experiencia para atajar "el deterioro" de la asistencia -y que ha forzado a la Administración sanitaria a abrir un diálogo para escuchar las medidas que propongan quienes hasta hace poco eran sus cargos intermedios y jefes de servicio- es un ejemplo de que los profesionales ven peligrar la atención de calidad que hasta ahora ha caracterizado al sistema público.
1El gasto sanitario per capita más bajo de España. Andalucía, y por lo tanto Málaga, está a la cola del presupuesto sanitario per capita de todo el territorio nacional. La comunidad autónoma destina 1.004,32 euros por año y habitante a la sanidad pública frente a los 1.548,34 que dedica el País Vasco, que es la región con las partidas más altas.
2A la cola de Andalucía en la ratio de camas de hospital por habitante. España tiene una de las ratios de cama de hospital por habitante más bajas de la OCDE (2,33). En Andalucía, en el sistema público, la relación es todavía inferior -1,95- y en Málaga, aún peor -1,71-. Con este dato, la provincia se ubica como la peor dotada de la comunidad autónoma. El sindicato CCOO estimó hace un lustro que Málaga necesitaba casi 700 camas más y, en 2012, la Fundación Ciedes elevó ese déficit a unas 1.000.
3Pérdida de un 12% de los empleos desde el inicio de la crisis. Exactamente 2.159 puestos de trabajo. Esos son los empleos que ha perdido la sanidad pública en la provincia entre los años 2009 y 2015, según un estudio de CCOO. La cifra supone un 12% del total de puestos de trabajo que genera el sector. En términos absolutos, en ese periodo se pasó entre todas las categorías de 17.539 empleos en 2009 a 15.380 en el año pasado. Dentro de Andalucía, la provincia es la que peor parada sale con los recortes. Su reducción de -12,31% es la mayor de la comunidad autónoma. Sevilla ostenta el segundo puesto con -11,22 y la media de la región es del -7,47%.
4Una fusión fracasada. La fusión ha fracasado en Málaga. Apenas un tercio de los servicios de los hospitales Regional y Clínico están unidos. Y de estos, la mayoría solo están fusionados en el papel porque de hecho trabajan de forma independiente. Algunas áreas incluso se han desfusionado tras la rebelión de sus profesionales. La imposición del modelo por parte de la Consejería, los egos personales, métodos distintos de trabajo y la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que obligaba a dar marcha atrás en el proceso en los hospitales sevillanos dinamitaron el proyecto. Son contados con los dedos de una mano los servicios que funcionan unidos y bien. En ellos, la fusión ha repercutido de forma positiva porque los protocolos y la cartera asistencial se han homogeneizado; pero cada área mantiene su identidad, su personal y sus pacientes. En síntesis, la fusión es parcial y se ha quedado menos que a medias.
5Cobertura universal, gratuita y de calidad. Una de las fortalezas de la sanidad pública es su propio modelo: un sistema de cobertura universal y gratuito. Y además, de calidad. Técnicas pioneras, complejas y caras se realizan sin coste alguno para los pacientes. Operaciones en las que un paciente es intervenido de un tumor cerebral mientras toca el saxo, otras que permiten alcanzar una talla casi normal a personas con enanismo, los trasplantes de órganos o los de médula -en los que se traen las células para el tratamiento si es necesario de un donante de las antípodas- son algunos ejemplos de la asistencia cotidiana de la sanidad pública.
6Retraso en la apertura de las infraestructuras comprometidas. La crisis obligó a la Consejería de Salud a hacer una "reprogramación presupuestaria" y a aparcar aquellos proyectos que no se habían iniciado. Las obras que estaban en marcha -Hospital del Guadalhorce, de Ronda y de Marbella- se continuaron con distinta suerte. El chare de Cártama abrió la primera fase el pasado verano, pone en funcionamiento sus Urgencias antes de fin de mes y trabajará al completo el año que viene. Su apertura estaba prevista para 2008. Llega con retraso, pero finalmente llega. El nuevo edificio del comarcal de Ronda también está a punto de ser una realidad, aunque casi siete años después de lo previsto. El Costa del Sol, de Marbella, en cambio, sigue bloqueado y la Administración sanitaria ha llegado a barajar el rescate de la concesión. El retraso de la puesta en marcha de su ampliación afecta a toda la Costa del Sol occidental.
7Infraestructuras anunciadas y luego aparcadas. Otras infraestructuras corrieron peor suerte porque fueron anunciadas y después quedaron aparcadas por la falta de presupuesto. A saber: el megahospital, los chares de Estepona y Mijas, el centro de especialidades de Torremolinos. Salud asegura que no han caído en el olvido y que se retomarán en función de la disponibilidad presupuestaria. El Ayuntamiento de Estepona ha tomado la iniciativa de construir el chare para forzar a la Junta a retomar el proyecto. Y parece haberlo conseguido porque la Administración andaluza ha asumido el compromiso de -una vez acabado- dotarlo de equipamiento, personal y ponerlo en funcionamiento.
8Listas de espera. Málaga siempre está entre las provincias peor paradas en las listas de espera de la comunidad autónoma. En la actualidad es, con 67 días de demora, la que más tarda en operar a los pacientes. Cierto es que dentro de los plazos topes estipulados por los decretos de la Junta de Andalucía, aunque por encima de la media regional que es de 59 días.
9Investigación biomédica: avance y retroceso. Después de varias décadas de luchar como quijotes, en torno al cambio de siglo los investigadores empezaron a cosechar cierto respaldo financiero para estudiar patologías cuyos efectos ven a diario en sus pacientes. Se crearon la Fundación Imabis y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga. Pero llegó la crisis y los fondos, tanto nacionales como autonómicos, sufrieron un tijeretazo. Ello les ha obligado a pelear casi más por conseguir financiación que por centrarse en investigar.
10Recuperada la jornada al 100% y mucha rotación. Salud cumplió y restituyó la jornada al 100% de aquellos que fueron contratados que al 75% para encajar las medidas de ajuste. Pero los sindicatos critican que se mantenga la "excesiva rotación" de los contratos porque dificulta la especialización.

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